21 gramos


El enorme talento desplegado por Alejandro González Iñarritu, director de la trágica y conmovedora “Amores perros”, no ha pasado desapercibido por los magnates de la industria cinematográfica norteamericana.”21 gramos”, segundo largometraje del realizador mexicano, rodada en Arizona y con actores de primera fila estadounidenses, es una historia muy personal; quizá influido por sus propias vivencias, un intensísimo y violento drama urbano que, al igual que su antecesora “Amores perros”, ahonda en los sentimientos, en lo más profundo del alma humana.En esta ocasión, su realizador, nos presenta una única historia contada desde tres puntos de vista diferentes y por tres personajes distintos entre si pero que tienen en comun el dolor y  el drama que supone la pérdida de “algo” en sus vidas.Sean Penn, profesor universitario que padece una dolencia grave de corazón, Benicio del Toro, un ex presidiario profundamente religioso y Naomi Watts, una exitosa y guapa madre de dos hijos felizmente casada.Los tres personajes están unidos a lo largo de la película por un fatal accidente de coche, que al igual que en “Amores perros”, es el hilo conductor de la trama.La estructura narrativa de “21 gramos” es muy compleja: la historia avanza, retrocede, introduce saltos en el tiempo, giros inesperados, flashbacks, pero en ningún momento confunde; el espectador, a través de este peculiar desarrollo, va conociendo a los protagonistas para componer las piezas de un rompecabezas hecho añicos.Sucede igual que en “Memento”, la original película de Christopher Nolan, que rebobina la historia de atrás hacia delante  para que el espectador vaya atando cabos.

 

Da la impresión de que Alejandro concibió el film sin un planteamiento lógico: lanzó el guión al aire y aleatoriamente tomó una página al azar.Así, partiendo del caos, dotó de sentido estructural a la película.

 

En “21 gramos”, los personajes viven al límite.Deben enfrentarse a la muerte para regresar otra vez a la vida.Sufren la tortura del dolor a la que se encuentran sometidos, y este hecho lo plasma muy acertadamente el director, que muestra con desgarro la fatalidad del destino en este trío de almas soberbiamente interpretado por Benicio Del Toro, Naomi Watts y Sean Penn, unidos por las miserias humanas.”21 gramos” es lo que pesa el alma, lo que pierdes en un sentido metafórico inmediatamente después de fallecer.Hasta el visionado de esta impresionante película, que, junto a “Mistyc River”, es lo mejor del panorama cinematográfico de 2004, desconocía lo que era el alma humana.Ahora lo entiendo un poco mas.Gracias Alejandro.

 

Calific: *****

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