Javier Gutiérrez (46 años) lleva desde los 19 dedicándose a la interpretación y seguramente nunca pensó que a estas alturas sería un actor ya consagrado. Gutiérrez, que es ganador de un Goya, comenzó en teatro y luego pasó a Cine y TV, de sobra conocido por su papel en “Águila Roja”. Ha participado en una treintena de películas destacando “1898, Los últimos de Filipinas”, “Assassin´s Creed”, “La isla mínima”, “El desconocido” o “Plan de fuga”. Por todo ello, ha sido un verdadero placer entrevistar a Javier, que ha sido homenajeado en el pasado Festival de Cine de Alfaz.
JC Gascón
.- ¿Qué diferencia notas entre el cine de Hollywood y el cine español?
.- Si el guión es bueno, da igual la cantidad de dinero que haya de por medio, pero si es cierto que no es lo mismo rodar con una película de 250 millones de € de presupuesto que una de 2 millones. No obstante, el resultado final puede ser igual de bueno. Las grandes historias no necesitan de mucho dinero.
.- ¿Cómo fue rodar con una estrella como Michael Fassbender en “Assassin´s Creed?
.- Sencillo. Los actores a ese nivel tienen mucha profesionalidad, saben muy bien lo que quieren y ha sido un gran lujo compartir rodaje con él, así como con Marion Cotillard, Jeremy Irons o el director Justin Kurzel.
.- ¿Hay un antes y un después de “La isla mínima?
.- Efectivamente, fue un gran salto cualitativo. Yo era un actor emparentado con la comedia (ahora cada vez hago menos personajes cómicos) y, de repente, me veo en un thriller policiaco haciendo un personaje muy oscuro. Raúl Arévalo fue un gran compañero y también es un gran director. Lo ha demostrado con “Una tarde para la ira” dando un gran puñetazo sobre la mesa.
.- ¿Vamos bien encaminados con este tipo de películas españolas como “Que Dios nos perdone” o “Una tarde para la ira”?
.- Claro. Sabemos hacer thrillers pero también hay muy buenas comedias y dramas. Estamos en muy buen momento. La pena es que las cadenas de TV no siempre arriesgan por propuestas muy arriesgadas. Es una lástima porque estos proyectos necesitan tener un soporte y al tener menos visibilidad y presupuesto es muy difícil hacer cine hoy en día.
.- ¿Es verdad que se rueda tan rápido en TV que las interpretaciones de los actores son más flojas?
.- No exactamente. El ritmo del cine se está equiparando cada vez más al de la TV, pero es verdad que la TV requiere de una inmediatez que en el cine no se da Se trabaja más relajado. Por cierto, recuerdo que hace varios años rodé un capítulo de Águila Roja en Benidorm y fue una gran experiencia.
.- ¿Eres actor intuitivo o de método?
.- Soy un actor muy intuitivo, aunque depende del tipo de trabajo. Me gusta hacer mucho trabajo de mesa, me gusta ensayar, profundizar mucho. Casi disfruto más en el proceso de creación del personaje que rodando la película. Cada trabajo es distinto, cada director es diferente y hay que adaptarse a este tipo de historias.
.- ¿Con qué director no has trabajado y te gustaría trabajar?
.- Con muchos… Urbizu, Amenábar, Paula Ortiz, Isabel Coixet, Iciar Bollain… Hay tantos directores buenos españoles…
.- ¿Por último, qué recuerdo guardas de la película “1898, Los últimos de Filipinas”?
.- Es una película muy conmovedora. Fueron nueve semanas de rodaje entre Canarias y Guinea, un país muy poco preparado para rodar una película. Fue una película muy dura, con muchas escenas nocturnas y pasamos mucho frío y mucho calor. En suma, una gran experiencia.
